Ésa fue la distancia recorrida por cada uno de los que fueron a jugar el partido recaudatorio a favor del PMD de Ciudad Real, incluidos los porteros, porque por parte de Los Colonos fueron varios porteros-jugadores, y por parte de Aglomancha, le tocó a Hormigón recorrer la pista cubierta inacabada que se sitúa detrás de una de las porterías a recoger la infinidad de balones que lanzaba el contrario, y que acababan una y otra vez en un charco que parecía la prolongación de las Tablas de Daimiel.
Noche marcada por la lluvia previa al partido y las ausencias de muchos de nuestros jugadores. Lluvia que dejó el terreno extremadamente rápido y mojado, siendo pisado por Hormigón en la puerta, Cortacésped, Spêjovic y Bolt en defensa, Tronquito y Correcaminos como medios y Prosikito en ataque. Alineación fija de principio a fin por las mencionadas ausencias.
Partido de una única parte de 50 minutos, ya que se empezó tarde, como siempre por el Sr. De la Mata Correcaminos, que llegó a y cinco y tuvo que cambiarse.
Se comenzó ordenado y tocando bien el balón, aunque era el rival quién más empeño ponía en ataque, con rápidas triangulaciones que tuvieron su fruto en una contra a la que no llegó a cortar el balón largo Cortacésped Xabi Alonso Almanzán, quedándose el delantero rival solo ante el guardameta y batiéndolo por bajo con tiro entre las piernas que estuvo a punto de atajar Hormigón. Pudo haber ampliado la cuenta el mismo delantero con un tiro cruzado, pero esta vez la mano salvadora del portero hizo bien su trabajo. Y comenzó a cambiar el partido, el empuje rival iba decayendo y el orden que intentaba poner Tronquito en el medio iba surtiendo efectos. Pronto llegó el empate, materializado por el polivalente Correcaminos que supo culminar una buena jugada personal, se fue de su marcador, y del que salió en su ayuda y del portero rival, zig-zag, tiro y gol , 1-1 y vuelta a empezar. Y así pasó, volvió lo mismo del principio, más presión del rival y llegadas rápidas de sus extremos. En una de ellas, un tiro desde fuera del área sorprendió a Hormigón, que intentó agarrar el cuero mojado en una estirada y no consiguió otra cosa que le pasara por debajo del cuerpo. Y como se trataba de un partido benéfico, el portero rival no quiso ser menos cuando en un tiro esquinado de Nacho Prosikito, intentó no se sabe qué, si despejar hacia el cielo, cogerla o quien sabe, el balón subió unos metros arriba y acabó colándose en la portería. De nuevo empate en el marcador cuando quedaba medio partido por jugar. Pero ahora, el correcalles en que se convirtió el partido favoreció a AglomanchaF7, por el mejor fondo físico que se ha demostrado en los últimos partidos de la temporada, llegando a correr fácil 500 millas. El 3-2 llegó en jugada colectiva de con pase desde la banda derecha de alguien (sería Tronquito o Criado), balón raso al centro del área y gol de Correcaminos en remate cruzado que pegó en la base del palo y acabó finalmente en la red. Acto seguido fue Nacho Prosikito quién amplió la cuenta y sentenció, igualando a goles con Javi y sellando su mejor temporada desde que está en el club. De ahí al final, algo de cansancio de algunos componentes como Nacho que bajaba cada vez menos, y ya es difícil y Espêjovic, que se pegó una panzada a correr de escándalo junto con Raúl Tronquito, los cuales bajaron una y otra vez a la ayuda en defensa cuando el rival montaba sus contras. Y fue en dos de ellas en las que se generó nuevo peligro. La primera finalizada con disparo buscando la escuadra que Hormigón sacó a dos manos y la segunda en la que llegó el definitivo 4-3. Un delantero rival se hizo un eslalon y se quedó solo frente a Hormigón, no desaprovechando la oportunidad de meter presión. Pero pronto llegó el señor del PMD a apagar las luces, para fortuna de Nacho, quién al decirles al rival que hicieran la última jugada para ver si empataban dijo: “que se acabe esto ya por Dios….”
Y acabó.
El crack: los goleadores, Javi Correcaminos y Nacho Prosikito. A éste último se le nota el haber bajado un par de kilos.
El dandy: Spêjovic y Raúl Tronquito. El primero porque corrió más que ningún día y cambiaba el juego de banda de manera magistral. En una de ellas emuló a Almazán en un pase largo para que lo corriera A. Criado Bolt. El segundo porque además de correr a la ayuda defensiva, fue el único que no quiso que aquello se convirtiera en un correcalles.
El duro: a falta de entradas, le otorgamos el título a Chendo por su entrada en el partido benéfico de Murcia.
El blando: el balón. A falta de pan, buenas son tortas.
Vaya día: el terreno de juego. Una auténtica piscina. Aunque no se viera el agua, las botas acabaron lavadas.